La exposición aborda por primera vez la guerra de exterminio alemana contra los soviéticos y exhibe 560 fotografías.
El edificio berlinés en el que la Alemania nazi
firmó su rendición tras la II Guerra Mundial volvió a abrir hoy sus
puertas como museo del mayor conflicto de la historia desde las
perspectivas alemana y soviética, tras un año de reformas.
La renovada exposición permanente, denominada "Alemania y la Unión Soviética en la II Guerra Mundial: 1941-1945", está formada por 1.000 objetos
repartidos en otros tantos metros cuadrados a través de los cuales se
muestran las perspectivas alemana y soviética sobre el conflicto bélico. La inauguración tuvo lugar en la Sala de las Capitulaciones del Museo Germano-Ruso Karlshorst, el lugar donde Alemania firmó su rendición incondicional en 1945.
El titular alemán de cultura, Bernd Neumann, aseguró que "no hay
mejor lugar que la sala de las Capitulaciones para documentar la guerra
germano-soviética" y resaltó la importancia que tiene "mostrar a las
nuevas generaciones dónde llevan el fanatismo y la intolerancia".
"La exposición tenía que tener las dos perspectivas y el museo cuenta con diez salas, lo que nos permite ir cambiando de una a otra", explicó el director del museo, Jörg Morré.
Según aseguraron desde el museo, se trata de una nueva versión de la
muestra que acogía el centro desde 1995 y que, tras 17 años, debía
adaptarse a las actuales investigaciones científicas.
La novedad reside en que, por primera vez, se aborda la guerra de exterminio alemana contra los soviéticos, que se saldó con un total de 27 millones de víctimas soviéticas -de los cuales 14 millones fueron civiles-.
"Mientras que la exposición muestra desde diferentes perspectivas
tanto el rol de los alemanes como de los soviéticos en la guerra, se
hace palpable también el gran sufrimiento de la población civil de ambos bandos", explicó Neumann.
El objetivo de este nuevo enfoque es, según aclararon los
organizadores, ayudar a los visitantes a comprender algunas de las
reacciones del ejército ruso ante el comportamiento alemán en la guerra
como, por ejemplo, el sitio de Leningrado o el movimiento partisano.
La perspectiva múltiple de la exposición se debe a la presencia de piezas cedidas por instituciones de Rusia, Bielorrusia y Ucrania que hasta ahora nunca se habían expuesto.
Además de las 560 fotografías, de las cuales dijo Morré sentirse "muy
orgulloso", la muestra cuenta con 15 cortos sobre personas cuyas vidas
están relacionadas con los sucesos históricos explicados y con pequeñas
biografías de políticos y militares.
Fuente: Periodico El Mundo